lunes, 5 de octubre de 2009


Ah!
y...
(no mires, date vuelta..)
(yaaaaaaaaaa po)

T e q u i e r o

eme-i-ge-u-e-ele.


El Miguel está al lado mio y es una persona con dos ojos, naríz, pelo y dos orejas que saben escuchar bien.
En el fondo de su corazón esconde algo que no se puede ver a simple vista, algo que con el tiempo ... tuuu tuuu tuuu.. se puede ir descubriendo si el abre un poquito la puerta de su corazón y deja la puerta semi abierta, porque si la cierra nadie lo podría notar.
Esos "alguien" siempre se visten en la neblina y andan en la oscuridad pero al tocar la manilla de la puerta se enciende una pequeña luz pero fuerte, que se va acrecentando con cada paso que van dando, cada vez más cerca hacía el latido del corazón de Miguel.

Está al lado mio y creo que no entiende nada de lo que estoy escribiendo, ni yo lo sé, solo escribo.
Ahora puedes pensar que estoy loca, o que soy lo suficientemente cuerda como para ver más allá de tus ojos y el reflejo de ellos.
Desgraciadamente el reflejo de tus ojos no es lo más lindo, por ahora, o cuando alguien que usa chasquilla se ve a través de ellos, pero te puedo decir que aquella chica pierde el hilo al escribir.
chan chan.

Y pensar que solo con ciento treinta pesos la relación se fue dando sola.
Que con una simple micro y por acompañar a nuestros amigos, nosotros terminaríamos encantados con la melodía intensa de aquel violín que tocabamos a la salida de cada día de clase.

Por qué te ríes eh ¬
Ríe, salte, llora, y ANDA AL DOCTOR.
Anda al oculista pero que no cambie tu manera de ver las cosas porque eso a veces me gusta.