la soledad terjiversa mis palabras y las hace sentir en una agradable compañía.
el dolor juega en ellas como el dominante de un títere que a pesar de que se vea sin corazón, en verdad está sufriendo y deseando
cortar los hilos que los atrapan en una
monotonía donde todos pueden tomar el
control menos él.
a veces quiere derrumbar esa barrera resistente y expresar lo que siente.
aprender a nadar en los mares de
libertady llegar a los destinos anhelados,
pedir el auxilio que su interior grita pero que la presión de sus latidos
no deja salir,
que sus pulmones exigen aliviar y respirar en
desahogo,pero sus cuerdas vocales obedecen a una ciega razón que lo quiere asfixiar y atragantar en ese nudo en la garganta.
quiere
salir,
gritar, llorar,
reir,
saltar,
sentir y
enloquecer como solo él lo sabe hacer, pues no puede porque no tiene fuerzas, porque vive de intentos
fallidos y de llantos
frustrados con el
agua cortada.quiere ser, existir siendo lo que por esencia es y no lo que el
pasado hizo con él.
busca la llave para dejar de ser un
esclavo del dominador pero lo único que encuentra es lo que tampoco puede exigir.